Hace unos años, en DC Cómics cometieron el error de encargarle su evento anual al guionista escocés Grant Morrison. Éste pergueñó Crisis Final, el que debía ser el megacrossover brutal y definitivo, al menos hasta el año siguiente. Una miniserie de 7 números narraba la historia central de cómo los malos ya habían ganado y no nos habíamos dado cuenta, mientras miles de especiales y colecciones aún más reducidas ampliaban otros aspectos de la historia y sangraban los bolsillos de los frikazos. De los que no tenían tan poca vergüenza como para descargárselo por internet, claro.
En fin. Uno de esos eventos en miniatura fue Superman Beyond, un tebeo con el que te regalaban las gafas en 3D para que pudieses contemplar en toda su gloria varias páginas de Doug Mahnke. Esta historia, de apenas 48 páginas, es la vuelta de rosca más grande que Morrison -famoso por su Animal Man en los 80, donde en el último número aparecía charlando con él directamente-, ha dado a eso de saltarse el cuarto muro.
Básicamente, Superman y varias de sus iteraciones de universos paralelos -el Capitán Marvel original, el supernazi Overman, el malvado Ultraman y el omnipotente Capitán Adam Allen- son reclutados por Zillo Valla, una 'monitora' o 'superdiosa' perteneciente a la raza de los Monitores, los guardianes del multiverso DC.
¿Mareados ya? Como última línea de defensa contra el mal absoluto que representa Mandrakk, el monitor vampiro -que en lugar de cuidar las historias, se alimenta parasitariamente de ellas-, el Capitán Allen 'funde' a Superman y Ultraman, materia y antimateria, para que trasciendan al estado superior de existencia que es el mundo de los Monitores.
El 'Supersuperman' se encarna en la estatua levantada por Dax Novu, el Monitor original, cuando fundo su sociedad. Porque todo -sí, todo el multiverso de los superhéroes- proviene de Superman.
Las percepciones de Clark superan a cualquiera de sus supersentidos, ha trascendido a la existencia superior. En ese momento, con tus gafas 3D, por las que te han cobrado una pasta gansa, puedes ver cómo alarga la mano hacia ti directamente y dice: 'From a direction that has no name comes a sound like a breathing'.
Las historias son poderosas. Superman puede oír tu respiración.
En medio de la batalla entre el primer héroe y el monitor vampiro, Mandrakk lleva las de ganar y se burla de Superman preguntándole cuál quiere que sea su epitafio. Sin querer, Mandrakk, que antes de convertirse en vampiro era Dax Novu, asesina a Zillo Valla, su antigua amada.
Finalmente, Superman vence y destruye a Mandrakk. Mientras recupera poco a poco la conciencia para regresar a su nivel de existencia, entierra a Zillo Valla. Y con su visión calorífica responde a Mandrakk grabando en la lápida lo que le gustaría que pusiese en la suya:
Continuará...
El Advenedizo
advenedizo@hotmail.es
Escribir comentario